La jornada de los Ángeles ha terminado. Serezade hace castillos de arena sobre el Sol abrasador de mi Tranquilidad. Rempujan los Tesoros y sus Duendes, esos Albas engatusados de Sudor. Provincias innecesarias invocan a Carpanta. Sobre sus Abrazos Místicos se consuelan las Vírgenes Suicidas. Laberintos lejanos cargan Fuego Fauto. Sobre Arenas Movedizas del Resquemor. En sus Recuerdos retorcidos Muere Olvidado. Un Carcamal roe las sobras sin prisas. Con babas de impotencia alimenta la Necesidad. Carracas que van y vienen, llaman prontas a los Fieles noctámbulos envueltos en cenizas múltiples. He aquí la vanidad del Aire y sus Legiones de Suspiros. Veintiuno toca su premio emocionado. Nenúfares profundos compran golosinas. Toda Gracia atenta y entrenada mete su gol. Ganando a la Eternidad desesperada. Hombres sedientos aman deprisa éste Verano Caluroso y Ruin. Los Mantras se sostienen sobre pretéritas Indias. Oraciones Perpetuas cubren los Senos de la Casta Aurora. Estepas polvorientas analizan despacio los desperdicios de la Ansiedad. Sueños susurrantes alivian al Desamor que tirita tras la corriente de las Noches Promiscuas. Violines rosas se amortizan en las Cantinas de la Madrugada. Arañando el terreno de la Nostalgia. Huyen los gatos hambrientos. Suplicando a las Aceras envueltas en Caridad den un Mendrugo, si quiera. Un Dios ha tocado lejos al Deseo que supo esperar. Los Muertos envuelven graciosos, Lágrimas Peregrinas, que no cansan de caer sobre la Ruina abandonada y mísera de Ayer. Tendederos repletos de puñaladas con o sin fundamentos entristecen a la Noticia desmejorada siempre. El Conserje canta y encandila a las Canciones que quieren huir, prontas, a la Casa Encantada, sita en Calle 18 y alrededores, que me vio nacer. Los Besos fabricados por el Pájaro Bobo están en Paris. Recién hechos. Reanudan. Engarzan. Encadenan los misterios de la Comedia con la Risa y el Suspense, el laborioso camino de la Ignorancia y sus Fieles. La Voz truena en las Nubes. Un delicado aroma de café se funde con el sexo de la Madrugada. Parece ser que el Paraíso con su Universo, se han casado sin consecuencias graves. Aquél Periódico abandonado sobre las axilas de la Celestina, informaba, que ésta murió, de sobredosis. Ellas, soberanas de todos los tiempos ungen los pechos y labios de perfumes malditos. Amadas y postradas a los pies de la Caridad, amamantan, acunan, silban amorosas, sobre los Oídos principiantes y sus reinos en pañales. Una bofetada resuena sobre el blanco rectangular de la Segunda Sesión. Denunciada va al calabozo acompañada de una Mano enlutada por su crimen. Aquellos Borrachos tristes, cansan a la Instrucción devota. Mis Zapatillas de la Reina son pamplinas de postre. Un Sinónimo sigue a la Caravana, perseguida por indios falsos de los Desiertos con sed, para dar una segunda propuesta. No alcanzo a entender, o sí, porqué el 21 tiene premio, y está en un cajón cerrado con llaves perdidas en los aposentos de las Auroras Boreales. Por fin las Vírgenes de los Reinos bajan para perdonar. Murmullos preciosos enloquecen al personal del Edén. Transparentes Hadas hacen cola en la Posada de los Helados. El Efecto se ha multiplicado y la Belleza es tranquilizada tras una hamaca hecha de palmeras con brisa fresca. Disfrutemos los Tesoros de éstas Melodías embriagadoras. Cabalguemos, prestos, sobre su inmensidad, y pidamos perdón por sobrecogednos y haber abierto su Baúl de Pandora. La Bendición se echó sobre nuestras puertas. No le demos solo Limosnas baratas. Vayámonos para siempre sin miedos. A sus Aposentos longevos. Y dejemos que sus Ángeles invadan nuestras tranquilidades cotidianas .Las guardias de Ellos. El Placer Nuestro.
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